¡Pollo frito! Tan delicioso, crujiente y amado por todo mundo, es una excelente opción para servir al centro de la mesa rodeado de guarniciones frescas y compartir con las personas que más quieres. Aunque su preparación puede ser algo laboriosa, con los tips adecuados que Maizena® trae para ti, puedes lograr un resultado tan espectacular que terminará siendo tu nuevo platillo favorito. ¡A cocinar el pollo frito más crujiente y sabroso en casa!
Tips para lograr el mejor pollo frito crujiente
Remoja el pollo en buttermilk o suero de leche
Algunos cocineros, como el famoso David Chang, mencionan que para obtener un pollo jugoso y tierno hay que marinar las piezas de pollo en buttermilk o suero de leche durante toda una noche (o, al menos, cuatro horas). Esto es porque la ligera acidez del buttermilk ablanda la carne del pollo (lo que hará que quede más jugoso a la hora de freírlo). El buttermilk está en algunos supermercados, pero también lo puedes hacer tú: sólo mezcla leche entera de vaca con jugo de limón y listo (por cada 250 ml de leche, añade 15 ml de jugo de limón). También puedes añadir especias a tu gusto para que el pollito vaya impregnándose de sabor.
Recubre el pollo con Fécula De Maíz Maizena®
La fécula de maíz tiene el superpoder de hacer más crujientes (y deliciosas) las comidas crujientes. Esto es porque absorbe la humedad del exterior y permite que el aceite caliente actúe más rápido, haciendo crujiente el exterior de cada pieza de pollo. Para que este truco resulte aún mejor, seca el pollo primero, antes de pasarlo por la Fécula De Maíz Maizena®. También puedes mezclar la fécula con un poquito de harina. Aquí tienes más tips para mejorar tus platillos con Fécula De Maíz Maizena®.
Sazona la mezcla de fécula y harina
Para darle aún más sabor a tu pollo frito, agrega algunas especias molidas –como pimienta negra, paprika, ajo en polvo y Knorr® Caldo de Pollo 100% Natural En Polvo– a la mezcla de Fécula De Maíz Maizena® con harina. De esta forma el pollo tendrá una costra llena de sabor. Checa, por ejemplo, estos bocaditos de pollo.
Empaniza dos veces
Si lo que buscas es una costra crujiente y generosa, empatiza dos veces. Primero cubre el pollo con harina+fécula+especias, luego remójalo en huevo batido y después en pan molido. Repite dos veces. Si no utilizarás pan molido sino sólo huevo (para hacer capeado), haz lo mismo. Esto mejorará mucho la textura crujiente de la corteza del pollo frito al final.
Utiliza sólo las cantidades necesarias
Antes de pasar las piezas de pollo por la mezcla para empanizar asegúrate de quitar el exceso de buttermilk. De igual forma, antes de freír sacude ligeramente las piezas, de esta forma evitas el riesgo de que la costra del pollo se desprenda durante la fritura.
Cuida la calidad del aceite
El aceite debe de estar en su punto óptimo para lograr un pollo frito perfecto. Primero calienta la olla donde freirás y cuando esté caliente, agrega el aceite y deja que se caliente. Para saber si la temperatura del aceite ya es la correcta, toma una pequeña pizca de Fécula de Maíz Maizena® y déjala caer dentro del aceite caliente. Si se va al fondo es porque el aceite está frío. Si se quema rápido es porque el aceite se excedió de caliente. Si tiene un efecto efervescente entonces está en su punto. Esto es importante porque si el aceite está en su punto óptimo, el pollo absorberá menos grasa; sin embargo, si el aceite se pasa de caliente y se quema, las grasas se saturarán.
Fríe el pollo dos veces
Por lo regular el pollo frito se cocina en una fritura profunda, es decir, en una olla con suficiente aceite a temperatura media-alta por alrededor de 10-14 minutos –por cada pieza de pollo, dependiendo de su tamaño–. Sin embargo, algunos cocineros prefieren utilizar la técnica de las papas fritas: es decir que primero fríen a temperatura media durante 12 minutos, aproximadamente, y luego de nuevo a temperatura muy alta durante 6 minutos, más o menos. Esto puede ayudar a que el pollo frito quede aún más crujiente y jugoso.
Utiliza la freidora de aire
La freidora de aire ayuda a crear comidas crujientes sin tener que freírlas en aceite; así que puedes hacer la versión saludable de tus comidas fritas favoritas. Para esto, rocía con aceite en aerosol las piezas de pollo y acomoda en la freidora dejando suficiente espacio. Asegúrate de utilizarla a temperatura alta, 190°C por 8 a 10 minutos y de voltear cada 5 minutos las piezas para lograr una textura crujiente uniforme. Mira esta receta de pollo frito crujiente.