El Capeado Perfecto de Maizena® Para Cobijar un Chile Relleno
El intenso sabor del chile poblano tatemado, el contraste con un relleno de carne, verduras o queso, el humeante baño del caldillo de jitomate con sabor de hogar y, más allá de todo… ¡ese jugoso capeado que envuelve todos los encantos antes descritos! ¿Qué nos estamos saboreando? Ni más ni menos que un chile relleno capeado a la perfección, con ayuda de Maizena®.
El ingrediente principal es el chile poblano, cuyo tamaño equivale a una porción por persona. Éste toma su nombre debido a que se presume que sus primeros cultivos se dieron en Puebla. Algunos lo llaman chile corazón. Después del jalapeño y el serrano, es el tercero más consumido en el país.
La clave de este platillo está en el capeado, un proceso que incluye pasar el chile relleno por Fécula de Maíz Maizena®, luego por huevo batido y finalmente freír para crear una jugosa capa que mantendrá el relleno a salvo y que funcionará también para resguardar el sabor del caldillo de jitomate con el que se baña.
EL CAPEADO PERFECTO
Para hacer que la cobertura de huevo esponje y no se despegue aquí van los tips:
El huevo
Primero debes batir las claras de huevo hasta conseguir una espuma blanca, esto le dará espesor.
El batido
Para evitar que la mezcla de clara batida pierda esa consistencia que semeja el color de la nieve, sin dejar de batir agrega media cucharada de Fécula de Maíz Maizena® y la yema del huevo.
La humedad
Antes de introducir el chile relleno al proceso de capeado debes eliminar el exceso de humedad con ayuda de una servilleta, esto evitará que la capa de huevo se desprenda.
El orden
Calienta tu sartén y cuando esté listo agrega el aceite.
La temperatura
Evita que el aceite se queme para que las grasas no se saturen. Si el aceite está caliente, el chile relleno absorberá menos grasa.
Prueba de aceite
Usa una pizca de Fécula de Maíz Maizena® para revisar la temperatura. Si se va al fondo es porque el aceite está frío, si al contacto se pone negro es porque ya se pasó. Si la pizca tiene un efecto efervescente, el aceite está listo para freír.
Previo a freír
Para adherir perfectamente la capa de huevo, después de eliminar la humedad del chile relleno, pásalo por una capa fina de Fécula de Maíz Maizena® y posteriormente por el huevo batido. Después deberás freír.
La fritura
Sé paciente y fríe en peque ñas tandas, de esta manera el aceite no se enfriará y el capeado se dorará más rápido y con menos aceite.
Los utensilios
No muevas el chile relleno de manera constante mientras se fríe. Usa pinzas o espátulas para voltearlo.
El emplatado
Antes de servir, retira el exceso de aceite de los alimentos.
El recalentado
Los capeados pueden realizarse antes de servir. La manera de calentar los chiles rellenos será con el baño del caldillo.
SECRETOS DE CHEF
El chile poblano se consume sin su “piel”, así que para simplificar la tarea, revisa esto:
Elige los chiles poblanos más frescos, entre menos arrugados los compres, más fácil será pelarlos.
Ásalos totalmente y déjalos sudar en una bolsa o recipiente de plástico con una pizca de sal.
Después de sudarlos, quita la piel frotando con un trapo húmedo.
No enjuagues a chorro de agua para no perder el sabor que lograste al asarlos.
Recuerda que el capeado es un proceso para generar la capa de huevo, no funciona para cocinar los rellenos.
Ahora que ya tienes toda la información necesaria, es tiempo de poner manos a la obra con Maizena® y lucir tus platillos como los profesionales de la cocina saben hacerlo. ¡Provecho!