Una duda súper válida, y que siempre nos hace buscar en Google qué hacer para resolverlo, es cómo, en dónde y por cuánto tiempo puedo conservar las frutas y verduras para que no se pudran rápidamente y podamos aprovecharlas al 100%.
En este artículo vamos a despejar todas esas dudas y te vamos a dar tips y trucos para aplicar en cada vuelta de la verdulería.
¿Qué es lo primero que tenemos que hacer? Fácil: catalogar qué frutas y verduras van a parar a la heladera y cuáles no.
¿Cómo almacenar frutas y verduras?
Fuera de la heladera
Anotá: papa, batata, zapallo, ajo, cebolla, coco, remolacha, limón, naranja y pomelo.
Estas frutas y verduras tienen que ser conservadas en un cajón o canasto, preferentemente en un lugar fresco y sin luz solar directa. Acordate de lavarlas y desinfectarlas antes de guardarlas.
A la heladera
Acá van frutillas, duraznos, lechuga, tomate, hinojo, pepino, zanahoria, berenjenas, zapallito verde, rabanito, banana, ananá, y morrón.
Estas frutas y verduras debemos conservarlas en la parte baja de la heladera (en los cajones plásticos), separando las frutas de las verduras. Esto es porque la parte inferior de las heladeras suelen tener otra temperatura, y porque al aislarlas del resto de la comida de la heladera hacemos que no se mezclen los olores.
Ahora, lavar las frutas y verduras antes de conservarlas en la heladera acelera el proceso de degradación de las mismas, por lo que es recomendable lavarlas antes de consumir o cocinar. PERO, dado el contexto actual, lavalas, desinfectalas y dejalas secar sobre la mesada de la cocina (podés envolverlas en papel de cocina para que absorba el agua más rápidamente).
Es importante que las hojas verdes estén envueltas en papel de cocina y dentro de una bolsa plástica para conservar la humedad justa (ni de más, ni de menos) y así conservarse por más tiempo. Es más, si tenés el bello y mágico aparato para centrifugar la lechuga, hacelo y guardala ahí mismo.
De la misma manera, podemos utilizar bolsas o recipientes herméticos de plástico/vidrio para aumentar el tiempo de conservación. Clave: el NO intercambio de aromas.
Otra alternativa para conservar todo por más tiempo es congelar algunos vegetales como papas, espinacas, zapallo, brócoli, remolacha, etc. El único punto a tener en cuenta antes de congelar es lavar, pelar y pre-cocinar (en agua hirviendo) ya que muchos vegetales no se pueden congelar en crudo.
Esto de congelar, si nunca lo hiciste antes, te va a cambiar la vida. Sí, tenés que cortar, lavar y pre-cocinar todo, pero después te olvidás y ya tenés todo hecho, simplemente descongelás y disfrutás.