El chinchulín es una achura típica argentina que cuenta con grandes adeptos, tanto en cómo limpiarla y lavarla, hasta en cómo asarla a la parrilla.
En cuanto a su limpieza, tenemos dos grandes grupos, ambos correctos y con distintos aportes al sabor final:
- Uno es un simple lavado externo y una poca limpieza de la grasa externa.
- Otra un lavado tanto interno como externo y una limpieza minuciosa de grasa.
En cuanto a la cocción también tenemos otras dos grandes maneras de hacerlo. En esta receta te vamos a mostrar ambas para que puedas probar cuál te queda más rica, y son: con pre cocción o sin pre cocción. ¿En qué se diferencian?
Cómo preparar chinchulines paso a paso
Con pre cocción
Simplemente se hierven los chinchulines en una mezcla de agua, leche, laurel y ajo (sal y pimienta a gusto), y lo que se busca es ablandar la achura antes de cocinarla en la parrilla. Acá lograremos unos chinchulines más tiernos y rápidos de cocinar, pero menos crocantes.
Sin pre cocción
La otra manera es cocinarlos directamente sobre fuego fuerte a la parrilla. Acá vas a demorar más tiempo y vas a tener que usar más brasas, pero vas a conseguir una textura mucho más crocante.
También, existen parrilleros a los que gustan trenzar los chinchulines antes de cocinarlos a la parrilla (sin precocción). Esto facilita la manipulación al momento de cocinarlos y deja más jugosos a los chinchulines. Pero OJO, al servirlos hay que ser cautos para cortarlos ya que pueden expulsar bastante líquido (que al estar recién salido de la parrilla va a estar que pela).
Otros marinan en ajo fresco picado, jugo de limón, pimienta, ají molido (y las especia que más les gusten) para saborizarlos.
También, y con mucha paciencia, podés rellenar los chinchulines para darles un sabor aún más particular.
Animate a experimentar las distintas opciones de cocción y modos de preparación, y elegí el que más te guste para disfrutar de esta achura infaltable en cualquier asado.